domingo, 19 de abril de 2009

Sobre la eficiencia sanitaria

En tiempo de crisis se habla más de lo habitual sobre la "eficiencia" en el sector de la sanidad. Resulta que estamos preocupados por el coste de un derecho universal. Pero yo me planteo una cuestión que considero básica a la hora de medir la "eficiencia" del sector sanitario: ¿es cuantificable una operación? ¿Qué operación es más eficiente: una apendicitis o un transplante de corazón? ¿Qué enfermo tiene más derechos? La cuestión básica es: hasta qué punto es cuantificable la sanidad. Por un lado comparto la postura de algunos respecto a que se debe hacer más hincapié en la prevención. Es cierto que muchas enfermedades pueden prevenirse, lo cual es mejor tanto para el enfermo como para evitar tratamientos posteriores, pero hay cosas que no se pueden prever. Por otro lado, hay operaciones que son más costosas que otras, pero eso no quiere decir que sean más o menos importantes. Entonces, el punto básico es hasta qué punto estamos entrando en el juego de la derecha de participar en la privatización de un derecho que para muchos no es universal, sino más bien un negocio. Viendo la actuación de la presidenta de Madrid ante los hospitales públicos de la comunidad creo que deberíamos reflexionar sobre si debemos permitirnos caer en su juego o tener una postura propia, mucho más social y progresista como es el defender un derecho que, por mucho que nos nieguen, es nuestro.

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